Los angoleños comenzaron el partido escondiendo la bola, impidiendo que España disfrutara de la posesión y se encontrase bastante incómoda en los primeros minutos. Pedro Gil dispuso de la oportunidad más clara con una falta directa que no consiguió resolver. Pero finalmente Adroher sorprendió entrando desde atrás para empujar una pelota muerta casi sobre la línea de gol e inaugurar así el marcador (1-0). Jordi Bargalló estrelló un cañonazo en el poste pero a pocos segundos para el final una espectacular jugada individual de Ordeig que recuperó la pelota en un 2 contra 1 de los angoleños y se cruzo todo el campo consiguió marcar el 2 a 0.
La segunda parte arrancó controlada por España, que dirigía el tempo y asumía el peso inicial del encuentro. Sin embargo, Angola tras dos rápidos contragolpes que resolvieron Vieira y poco después Rui Gomes conseguía el empate (2-2). Finalmente, y tras varias oleadas atacantes, un penalti por agarrón sobre Bancells dentro del área sirvió para que Gual convirtiera la pena máxima y situara el que sería ya definitivo 3 a 2.
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